miércoles, 3 de noviembre de 2010

Vodka

Hoy el alcohol fue mi peor enemigo, tan sutil que me llevo a pedir tragos, tan fácil como decir mi nombre. Miraba los hielos que se derretían a prisa mientras yo ahogaba las risas en sorbos de mi propio veneno. Me despertó el instinto de seducción, le dije que lo deseo y a el para variar no le importo. Sin embargo las invitaciones de bailes sobraron y yo que no se moverme, me levante de un cantazo y baile, con un cualquiera que si me miraba. Total que al final de mi copa de vodka no encontré mas risas, me sentí mas loca, me dio cosquilla en las manos, los tacos me mataron de dolor en los pies. Se quedaron dos hielos y un pedazo de china en el borde del vaso, mi dignidad en alguna esquina, en un baile, en un paso. Me marche con una pena que no traje al entrar, cargo con mi condena que no me deja parar de pensar. Y creo que al fin y al cabo lo que critico es lo que hago mas. Si me miro en un espejo no se quien soy, si en los ojos se me nota un rojo que me hace ver decadente, en vez de tratar de verme decente me dan ganas de llorar. Es que esas malditas gotas hacen que uno se ponga sensible, que extrañe, que mime, que quiera querer. Hubiera dejado en el ritmo que baile las ganas que tengo de estar con el.

1 comentario:

girona.anays@gmail.com