lunes, 8 de noviembre de 2010

La silla de enfrente


Me acuerda a los años de escuela cuando me empezaban a gustar los muchachos. Cada día una llegaba con la emoción de verlo antes de entrar al salón. Cuando él hacía chistes habia que reirse aunque no diera risa, pero era el hecho de que lo decía él. De esos dias a estos no hay mucha diferencia... Sigue estando ese chico de la silla de enfrente, que siempre tiene algo inteligente que decir. Tiene la risa mas cómica de la historia, una mirada coqueta y una humildad que se refleja en cada palabra. Nunca faltan los jueguitos de niñitos para llamar la atención, que no se ha dado cuenta que ya tiene. Solo esperar a que llegue para verlo... que se vaya para despedirlo y pasar la clase mirando, como si puedieras decir muchas cosas... Falta un nombre, Pongamos que hablo de él.

1 comentario:

  1. y te diria que en una de esas historias conoci el amor, y llegue a tener 5 años con ella fue divino mientras duro, pues nada dura para siempre y menos el amor! un beso cuidate mucho!

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girona.anays@gmail.com