lunes, 29 de noviembre de 2010

Alabado sea el Señor!

Dos horas y media sentada en una sala de hospital. Llego enferma y me siento peor. Siguen entrando pacientes, todos llegan sonriendo, creo que se equivocaron de lugar. El programa en la TV es una basura, le pagan a la gente para que hagan el ridículo y un público los insulte. Todos en la sala de espera se está riendo, la voz de la presentadora me está sacando una ulcera, no la soporto. Tick Tack Tock, no dicen mi nombre. Ahora la Sra. del lado quiere hablar y yo estoy en una fiesta de mocos. Él bebe de al frente llora. Una hora más, me llaman. Le recito a la Dra. el repertorio de enfermedades que tengo. Qué bueno q no estaba el idiota que dice der Dr. Y cada vez q vengo con dolor de pecho me pregunta si estoy activa sexualmente. No se q tiene eso q ver con el pecho, y si me diera un infarto en ese momento, voy al infierno, feliz. Ahora quieren que abra la boca y sacan la maldita paleta de madera, que si no tenías vómitos, te los agrega. Yo si se abrir la boca, saquen eso de mi vista. Me envían a sacar análisis. Hay un niño antes que yo. No sé qué tiene, pero ha fastidiado suficiente. Entre un poco de luz por la ventana, en este escenario es lo más bonito hasta ahora. Él bebe juega con una tapa de botella, el clak Clak me saca de concentración. Entra al laboratorio y empieza el llanto y crujir de dientes. No se para que le dicen que se tranquilice si saben que él no lo va hacer. Tengo que hacerme una muestra de orina. Voy al baño arrastrando una sábana que traje porque tengo demasiado frio. Me dieron un vaso y un tubito para la orina, me falla la puntería, me meo las manos. Ahora acumulé orín de más. Lo hecho en el tubo, lo entrego y me ponen un suero. Me duele la vena, la movieron como un gusano, como si no doliera. La enfermera es una gorda con camisa de dibujos, pantalones azules, una cinta en el pelo como si tuviera cinco años. No se acuerda si me saco la sangre. Claro que lo hiso, será ciega, tengo la aguja dentro de la vena. Inepta. Me acuestan en la camilla y ponen el suero a mi lado. Seria fabuloso tener un aparato de ese para las noches de insomnio. Ya está haciendo efecto el medicamento, se me está durmiendo la mano. A lo lejos escucho las drones de basura, los arrastran, me acuerda las películas de trenes por el sonido del riel. El sonido de los tacones de una mujer que hace preguntas retoricas: cómo estás?! Estas bien?!...me sacan del sueño. Tengo que acostarme de lado porque me está molestando la espalda y el brazo con la aguja. Parpadeo, veo el tubo plateado brillando por el reflejo de la luz, me siento como en vitrina. Parpadeo de nuevo, oscuridad. Salto del susto cuando la orquesta de toses desafinadas este en plena presentación. Creo que es una competencia de quien está más enfermo que el otro. Que estúpidos. En la silla del lado hay una señora bastante mayor, gorda, camisa de flores y faldas que arrastra por el piso. Ahora no la veo, pero cuando llego por poco aplasta al nene llorón con sus nalgas. Me revolcó el recuerdo cuando dijo: Alabado sea él Señor! Se escuchó igual que mi abuela la muerta. Y yo dije Amen. Miro el suero, aun caen las gotitas del sueño. Parpadeo, suero, luces, oscuridad. La estúpida de la otra cama me vuelve a despertar por estar hablando por teléfono. Creo que no vio el letrero que los prohibía. Llamo a su madre. Lo sé porque le pidió la bendición, le dijo que le metieron una cosa que la tiene en un viaje, se siente en Júpiter, no siente las piernas. Sera que en júpiter es así!? Definitivamente no le cuestiono que está en un viaje. Dice que se está quedando sin batería el celular, necesita que alguien la busque. Dependencia. Quince minutos, la doctora me dice que la orina salió negativa, que tengo las plaquetas bajitas, la hemoglobina también... Ahora siento que hasta yo me arrastro. Predice fiebre y más dolor de cuerpo y un posible virus. Necesito descansar y beber líquido. Yo estoy haciendo un beep cada vez que lo dice, solo pienso en los trabajos que me faltan por hacer. Mañana tengo que guiar y no puedo. Estoy enferma y preocupada. Siento los labios partidos, las manos moradas, tiemblo y sudo a la vez. Alabado sea él señor. No se me sale de la mente. Amen. Salgo endrogada me siento como ropa tendida, la sala de espera está llena, yo me voy, ellos recogen las bacterias que deje. Alabado sea el Señor!

1 comentario:

  1. mija asi es! aveces estas muchas horas ahi y nada de nadaa! se dan su puesto!

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