sábado, 11 de diciembre de 2010

No pierdas tu tiempo...

Lo peor cuando algo no te conviene, es haberte dado cuenta. No es una simple conversación en un bar, ni que te digan lo que tu ya habías pensado, es lo que ves... lo que te demuestran. Te preguntas que hacer?, cuando estas abrazando a alguien y se te confunden los olores de perfumes y de esa maldita especie herbácea con propiedades psicoactivas... Es en ese momento en que te acuerdas de las promesas de hace días atrás, y solo piensas: Yo sabia que me fallarían. Y también te retumban esas palabras: La gente como tu, llega a donde quiera. Pero sabes que no eres la mejor, que también tienes tus fallas, pero en esta ocasión no fue tu culpa, al fin. Has sabido evitar las tentaciones que siempre llegan cuando menos deben, has entregado un poco mas de ti, y no vale la pena. Por mas que lo digas, por mas que lo expliques, no va a entender. No es que tu mente te interrumpa la felicidad, es que hay momentos donde hay que usar la razón y quizás este sea uno de eso. Pero te rehúsas, porque eres rebelde en el amor, porque quieres hacer lo que te da la gana, porque tienes ganas de sentir. Se te nota que hay sentimientos envueltos esta vez, te lo han dicho... Y precisamente por eso es momento de correr en dirección contraria... pero lo sabias, debiste haberlo hecho antes, porque el Si que respondiste, implica bastante. No pierdas tu tiempo, ni hagas a los demás perder el suyo. Eso dolió, pero te están diciendo eso no va a funcionar y en el fondo tu lo sabes, cada vez que abres la boca y hablas del tema, lo demuestras. Y te levantas, le das un beso ante las miradas que te persiguen y le dices Te quiero... porque lo sientes y eso hace todo peor. Te dan ganas de llorar cuando piensas en el adiós.... siempre te vas sin hacer ruido, solo por no mencionar esa palabra... pero algo me dice que esta vez estas haciendo mucho ruido. Maldices el intelecto que la gente dice que tienes, ese que tu no te encuentras, pero que parece amarrarte a la razón. Ya no hay muchas opciones, o comes con la cuchara que cogiste o te quedas con hambre y la segunda no parece buena opción. Dices que vas a poner de tu parte para confiar, pero en el fondo sabes que no es cosa tuya... que si te demuestran lo contrario no se puede engañar uno mismo. En el amor las cosas son así... ya te montaste en el barco... ahora hay que intentar que ese pequeño hoyito no haga que se hunda.

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