44 horas y un adiós

Se han agregado 10 horas mas a la espera, todo sigue igual. Abrí los ojos y sentí un tormenta en el pecho, nauseas, y el corazón a mil por hora. No se esperar, me desespero, me frustro, me duele. No se que piensa, no se que quiere, no se que hizo para olvidar tan pronto. Hoy no vale la pena escribir en segunda persona, estoy harta de hablarme a mi misma. Una amiga me dijo que según unas predicciones el mundo se acaba hoy, pero esta equivocada, mi mundo se acabo hace tres días. Solo estoy viva, no se que siento, pero se lo que quiero. Se respira porque es obligatorio, no porque algo lo motive. Al menos las pesadillas me dejaron en paz esta noche y me regalaron un sueño de esperanza, quizás eso me haga respirar con mas calma el día de hoy. Sigo esperando y nada... quizás asi sea por siempre. De todas formas ya no hay nada que yo puedo hacer, ya no hay manera de hacer escuchar mis lamentos, el perdón no tiene lugar en esto y al final se supone que el amor sea mas fuerte. Si no pasa eso entonces no vale la pena. Tengo las mismas ganas de tomar el teléfono y gritarle que lo necesito, o de llegar frente a el y abrazarlo como debí hacer aquel día... pero de que vale? Ya no hay opciones... Todo se acaba. 44 horas y el viaje al infierno ya empieza a darme calor. Iría al mas allá a buscar la caja que me permita tenerte de nuevo, como Psique para recuperar la confianza de Eros, prometo que la curiosidad no me mata en el intento, porque no quiero nada mas que estar a tu lado.