34 horas y un adiós

34 horas y un adiós bastan para entender lo profundo de una herida. 34 horas que te llevan a lo profundo de tu ser a encontrarte contigo misma. Un adiós que despidió las ganas de vivir, de reír, de soñar, de amar, de sentir. Un adiós que mato la ilusión de un mañana, las promesas, las palabras bonitas, el deseo de mejorar, la emoción de ver que depara el destino. Hace 34 horas estas esperando una llamada que nunca llega, te duele el pensar que nunca llegara y a la misma vez estas segura. Solo esas horas han pasado para darte cuenta de lo real que es el amor que sientes, para que sepas lo que es extrañar a alguien, para que sepas si realmente puedes vivir sin el. Parecen muchos días de espera, la realidad no son tantos, pero son muchas horas, horas que parecen detenerse ante el pensamiento de que ya te olvidaron. Horas que te han permitido pensar lo bueno y lo malo. Horas donde creíste que su amor era verdadero, pero también pensaste que no era real. Muchas horas que pensaste en lo que estaría haciendo, lo feliz que parece estar sin ti. Horas que te matan lentamente, que te juegan con la mente y el corazón. Son las horas que te demuestran la poca importancia que tuviste en su vida y a la misma vez son las mismas que te crean la esperanza de que te extrañen tanto como tu a el y que regrese. Las horas que te han permitido arrepentirte mas de mil veces, en las que has pensado como remediar tu error pero has aceptado sus decisiones y no quieres romper su petición. Las mismas horas que has deseado tomar el teléfono y decirle que lo amas mas que a nada en el mundo. Has guardado sus fotos, sus cartas, pero no el recuerdo, cada instante es un golpe de sus momentos, un detalle que lo trae a tu mente... las cosa que decía, como reaccionaba, como te miraba, sus besos, su cara, todo eso tan bonito que decía. 34 horas que te dieron la razón en eso de que el que quita la libertad al final es quien termina extrañandola, que te dio la razón en que era el quien quería estar libre como antes, sin embargo tu te atas mas a su amor. Las horas que te hacen un hueco en el centro del pecho, las mismas que no te han dejado comer ni dormir correctamente, esas horas que te hacen pensar en el y llorar. Seguirán pasando horas y tu esperando, porque el ya decidió que el orgullo es mayor que el amor, que las oportunidades se acaban, que no importa que no vuelvan a sentirse de esta forma tan especial jamas, que con el tiempo se olvida. El ya olvido sus momentos a solas, la pasión, los planes, esa forma de ser que solo ustedes dos conocen, esa forma en la que deben ser siempre porque es lo correcto. Mientras tanto tu sigues haciéndote historias en la cabeza, esperando y matando las esperanzas a la misma vez, dándote cuenta a cada minuto de lo grande que es lo que sientes, deseando que acepten tu perdón y regresen a tus brazos como debe ser. Porque aunque lo ciegue el orgullo y los malos pensamientos los buenos momentos fueron mejores y mayores, se debe dar cuenta de que un amor así no es fácil de encontrar, de que lo amas mas que a cualquier cosa, que inclusive eres capaz de dejar tu vida atrás para formar una con el. 34 horas y siguen sumando, tu sigues sufriendo y el quizás ya no piensa en ti.