Malditos los minutos, benditas las esperanzas... miserables los que no esperan nada. Siguen cayendo las arenas de este reloj con solo dos granos, parece que el tiempo se detiene y yo no puedo dejar de pensarte. Este día ha pasado como pasan las cosas que no tienen mucho sentido y me he refugiado en el recuerdo como tantas veces. Te he inventado, me pareció escuchar tu risa, y sonreí. Para variar la vida me ha puesto tropiezos y te he defendido como defiendo mis ideales, mi fe. Se que no es vano el sacrificio, aunque nadie comprenda porque elegí caminar por esta vereda, yo contare nuestra historia al final. Eres el sentido de mi espera, el sufrimiento de mi alma, la fortaleza de mi corazón... te dedico cada una de mis letras, mis minutos, mis horas y lucho por tu causa, por la mía, por los dos. Deseo en mi alma que tu mente se junte con la mía, allí donde la distancia no existe, donde los cuerpos sienten sin tocarse, donde la soledad se acompaña... dicen que el tiempo y el espacio unen, y yo te amo un poco mas que ayer. Te espero, te escribo, te pienso... Nos vemos luego.
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