De repente me encuentro atada a esos brazos que tanto ame... dando un amor que me piden que finja. Imposible. Aquí no hay nada que fingir, aquí todo es real, dentro de este pecho no existen los teatros, no existen las mentiras. Y doy todo, lo único que me queda. Intento no pensar en tus días, en tus horas, en tus momentos lejos de mi, pero no puedo. Y me reproche el haber vuelto a tu cama y me mata la idea de tener que decir adiós.Simplemente no puedo, porque ese es el lugar donde quiero estar, porque siento que ahí pertenezco. No logro entender como pasas tus horas sin mí y como puedes conformarte con una noche, si yo te necesito todos mis días. Me da miedo dejar de sentir este amor tan inmenso y hundirme en la soledad que me rodea. No quiero... pero no hay opción. No me has dejado espacios abiertos por los cuales pueda entrar y robarme nuevamente tu corazón... Y al final, quizás tampoco vale la pena.
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