Lo extraño a cada minuto del día. La casa parece vacía cuando no esta conmigo. El piso extraña sus pasos, la cama su calor, la casa su presencia y yo su amor. Odio cuando llegan las mañanas y tengo que despedirme de su abrazo, de su piel, de su rostro a mi lado. Cuando abro los ojos en medio de la noche y lo veo tan cerca de mi, me siento plena, y no puedo evitar sonreír como agradeciéndole al cielo que me lo ha regalado. [Y sin embargo, cuando duermo sin ti contigo sueño] No me queda mas que su olor impregnado a una almohada que abrazo mientras pasan las horas, como un calmante para las ganas de sentirlo. [Y cuando vuelve hay fiesta en la casa y bailes sin orquesta] Entonces todo cobra sentido y yo no puedo ser mas feliz.
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