A: Ana Christina

Pase nueve meses mirando un papel en blanco, buscando las primeras palabras que te escribiría y simplemente no decía nada. En la vida he intentado describir cada sentimiento con mis letras, pero esta vez,  esta vez es imposible. Cada noche, en cuarenta semanas y dos días te he imaginado, soñado y deseado. Tú, eres el personaje principal de nuestras vidas, eres nuestra sangre, nuestra piel, nuestra bendición. Y cada día en que has estado dentro de mi te he recordado que tú eres un propósito de Dios, y Dios se ha encargado de demostrártelo. En diez horas la espera abra terminado y yo seré el ser mas feliz del universo. Nuestra promesa es siempre estar a tu lado, no solo como padres, sino como amigos, entregándote nuestro corazón, así como nuestros padres hicieron con nosotros. Estoy segura que jamás te faltará amor, ni palabras, y yo juro con mi vida que cada día, cada pensamiento y cada esfuerzo lo dedicare a ti. Te amamos.