Me quedan maravillas incontables que contar, como los milagros del cielo, las estrellas adornando lo que parece ser una noche fría y mojada. La mano de Dios obrando en mi vida, regalándome promesas, cambiando lo que para muchos era imposible. Son las historias que solo imaginaba y hoy vivo, es la valentía, la fe, la confianza. Porque creer en los propósitos es darle automáticamente un cambio a la vida. Es solo que me parece mediocre esperar el : que pasara, e intento moverme y prepararme confiando en que todo sera, por voluntad de Dios cumplido en mi vida. Simplemente no me da la gana de callarme, ni me causa efecto el que lleguen a pensar que me he vuelto loca, que malgasto mi fe o que busco a Dios cuando lo necesito... porque soy una escogida de su gracia y él nunca se ha apartado de mi. Siempre he tenido miedo a ser una mujer normal, por eso nunca lo he sido. Yo nada me lo invento, todo esta escrito en el cielo.
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